(editorial Calambur, Madrid, 2013)

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"Deberíamos escribir libros que no nos negaran"

Somos Cocacola en lucha: una autobiografía colectiva.
(La Oveja Roja, Madrid, primavera de 2016)
330 págs.




















Estos son los dos poemas que se publicaron en las páginas de entrada de este impresionante relato oral que narra en primera persona cómo 238 trabajadores y trabajadoras y sindicalistas de la fábrica de Cocacola en Fuenlabrada vencieron al gigante:
 
UTOPÍA

Nuestros libros deberían mostrar
que somos capaces de ser otra cosa,
deberían ser como espejos en los que reconocernos,
deberíamos escribir libros que no nos negaran,
que no nos ocultaran, ni nos confundieran;
y nosotros deberíamos creer en ellos
lo mismo que creemos
que construyendo organizaciones sociales,
grupos de afinidad, ateneos y radios libertarios,
cooperativas, escuelas y editoriales libres
estamos dando pasitos hacia la revolución,
y luego continuar apenas existiendo,
persistiendo en nuestro hacer,
un tanto, algo, apenas,
mientras las grietas que no paran de ensancharse
también comienzan a hacerse visibles
para los otros
y empezamos a quebrar la dispersión y el exilio.

El día en que todos seamos capaces de vernos
nos vamos a partir de risa,
vamos a ver lo fácil que era fugarse
al mundo que habíamos soñado,
pero para eso necesitamos una visión colectiva,
y son muy pocos los que creen en ella,
pero deja que la gente,
sacudiéndose su desposesión actual,
encuentre su vida,

espera a que se pierdan definitivamente
en el capitalismo,
que todas sus mentiras
terminan por estallarles en la cara,
espera a que reconozcan que nuestra casa común
no es el capitalismo sino los demás,
que vean que los demás
son nuestra única pertenencia,
nuestro único lugar, espera

y actúa.

>>Antonio Orihuela: La guerra tranquila.


SOLAMENTE AQUÍ

en este poema
(creo)
dos hombres con todas sus fuerzas
abordan la calle
con ellas el tiempo y sus sombras
un rato después
sucede lo menos tremendo:
los ricos de pronto retiran su brazo
la guardia de asalto se para a escuchar
y hay gente en las plazas creyendo
(con todas sus fuerzas)
las cosas que pasan
en este poema.
>>Enrique Falcón: Porción del enemigo.


Somos Cocacolaenlucha es una autobiografía colectiva. Relato oral que narra en primera persona cómo 238 trabajadores y trabajadoras y sindicalistas de la fábrica de Cocacola en Fuenlabrada vencieron al gigante. Desde un yo soy Carmen, yo soy Antonio, yo soy Juan Carlos, podremos leer situados en una línea de tiempo de dos años, el día a día de unos y unas trabajadoras y sus familias que no aceptaron un ERE ilegal, que el supremo calificó de nulo, y que les ha devuelto a sus puestos de trabajo dos años después.

Mucho frío, varios meses sin salarios ni prestaciones, el descubrimiento de una unión insoslayable entre compañeros de trabajo que apenas tenían un trato cordial... y que en esta lucha se han convertido en los y las espartanas. Obrerxs y sus seres queridxs que se han merecido a un sindicato y un sindicato que se ha merecido una victoria que como obrerxs tendrán que seguir sosteniendo todo el rato.

Recién desmontado el campamento de la dignidad, readmitidos en los puestos de trabajo, la lucha sigue: no ha sido una victoria sin derrotas, ha sido sin embargo sí una victoria sin pasos atrás, ni pasos en falso. Pura verdad y coraje frente a la desfachatez y el desprecio de quienes les habían empleado durante más de cuarenta años y que les cierran la fábrica sin previo aviso el día que firmaban uno de los mejores convenios de la alimentación de Madrid. El comité de empresa de Comisiones Obreras, dice huelga, dice "ni un paso atrás", dice a por el puesto de trabajo. Y lo han reconquistado.

Aunque la lucha continua dado que CCIP (Cocacola Iberian Partners) no cumple la ley, ni está reabriendo la planta de Fuenlabrada como un "centro logístico", sino más bien como un "almacén fantasma". Aunque y eso es lo que hace necesaria la lucha obrera, lxs obrerxs, el mundo que queremos, lo tenemos que hacer. No se lo pagamos a nadie a precio de saldo, para que lo haga por nosotrxs. ¡Somos obrerxs!